Pasión y Visión que trasciende
Hace quince años atrás conocí a Khin Yu, un niño que vivía con su madre en una vieja casa. En aquel entonces me contó que hace una semana atrás que recién se habían mudado. Algunas veces que pasaba por allí, veía como el niño iba creciendo y siempre le encontraba plantando flores, cuidándola y regándolas. Veía con admiración que trabajaba apasionadamente, y disfrutaba muchísimo de lo que hacía. Aquel lugar inhóspito que al principio lo era, era testigo como comenzaba...