La Descentralización

La Descentralización:

  1. Es un  proceso de separación de poderes (funciones).
  2. Proceso para poder llegar al último rincón de nuestro territorio.

¿Qué es la Descentralización?

   La descentralización es un proceso de largo plazo y una forma democrática de organizar nuestro país. Con el proceso de la descentralización las regiones podrán elegir su propio plan de desarrollo, priorizando sus necesidades.

La descentralización es, por eso, una oportunidad para un desarrollo más justo. Por eso, la descentralización no es la realización de una o más obras en los lugares apartados de nuestro país, ni la satisfacción inmediata de las demandas que hoy existen, tampoco la simple transferencia de recursos.

Características importantes del proceso de descentralización

La descentralización es integral porque abarca e interrelaciona a todo el territorio nacional   involucra a la actividad estatal y a la actividad privada en sus diversas modalidades.

Es participativa. No excluye a nadie. Por el contrario, el proceso requiere que individual o colectivamente participen la mayor cantidad de peruanos posible.

Es gradual. Es decir, a los gobiernos locales y regionales se les asignará competencias y transferencias de recursos del gobierno central en forma progresiva y ordenada. Es decir es un proceso que se inicia ahora, pero que tomara muchos años.

Por lo tanto, es permanente y obligatoria. En otras palabras, es una política de Estado que deben poner en práctica por este y los futuros gobiernos.

Beneficios de la descentralización

El proceso de descentralización en el largo plazo busca que el Perú:

  • Territorialmente esté mejor organizado
  • Que tenga una población distribuida armónicamente y no súper concentrada en Lima y otras ciudades como Arequipa y Trujillo
  • Que sea un país económica y socialmente más justo y equitativo
  • Que tenga un mejor manejo del medio ambiente
  • Que esté políticamente institucionalizado

Ley Bases de la Descentralización

La estructura del gobierno se organiza en tres niveles, que son:

  • Gobierno nacional
    • Gobiernos regionales
    • Gobiernos locales

Es importante señalar que el proceso de descentralización no es igual a regionalización. Como se puede deducir, una nueva organización del país y del Estado peruano también involucra a los gobiernos locales o municipalidades.

La nueva estructura del estado está conformada por los gobiernos locales o municipales, los gobiernos regionales y el gobierno central. Los Gobiernos Municipales, o Gobiernos Locales, en coordinación con el Gobierno Regional, son los que están en las provincias y los distritos y se encargan de trabajar por el desarrollo de las comunidades que los conforman.

En el Perú, a través de toda su historia republicana, siempre han estado latentes diversos temas de interés nacional, uno de ellos es sin lugar a dudas el del centralismo.

Este no es un problema de ahora, sino de hace mucho tiempo; para que podamos apreciar con mayor claridad el tema recordemos como en los inicios de la era republicana, tanto en el Congreso como en otros foros fuera del gobierno se debatía y discutía acerca del centralismo y de sus consecuencias negativas en el desarrollo del país.

Existían grupos antagónicos que no podían concertar en la organización de un Estado eficiente, nos referimos a los federalistas y a los centralistas. Los primeros eran partidarios de una descentralización parecida al modelo norteamericano, donde existe una federación de Estados, cada uno con autonomía en diversas áreas. Los segundos por supuesto contrarios a la idea de los federalistas, estos no eran participes de la descentralización.

En esos tiempos, estaba presente el problema del indio y la tierra, para el Amauta debían solucionarse estos problemas antes que el centralismo. Él entendía el problema desde un punto de vista económico y social, no se podía descentralizar un país cuando la gran mayoría de su población no se encontraba insertada en los regímenes legales, me refiero a los pobladores de la sierra que no tenían derecho a la identidad, a elegir a sus autoridades, ni a la propiedad. En pocas palabras antes que una solución política al problema del centralismo él consideraba primero una solución social y económica.

Para descentralizar nuestro país se tendría que seguir pasos concretos que nos sirvan a largo plazo para la eficiente administración del Estado, como primordial medida tener un país totalmente comunicado, cosa que el Perú carece, luego vendrían el desarrollo de las ciudades que puedan convertirse en núcleos verdaderos de cohesión de regiones económicamente aisladas. «Un régimen capitalista, donde las unidades de producción (empresas) son muy fuertes, muy grandes, si se descentraliza el poder político y administrativo se coloca a los administradores y a los políticos en una débil posición frente al potente poder económico».

La descentralización por sí sola no es sinónimo de desarrollo, tiene que complementarse con una serie de medidas económicas, sociales, culturales, etc. Que le tienen que anteceder para que en conjunto se logre un desarrollo mancomunado y duradero, la historia nos muestra que en el pasado se intentaron soluciones políticas totalmente aisladas de lo económico y social, como era de esperar estos experimentos fracasaron rotundamente, no podemos en la actualidad caer en el mismo error.

Tengo que realizar en este momento un deslinde entre lo que son las municipalidades y las regiones. Las municipalidades son instituciones encargadas de la administración de las ciudades, son los encargados del servicio de limpieza pública, seguridad ciudadana, etc. En los últimos años se ha reclamado por parte de diversos políticos la asignación de mayores recursos económicos a los municipios para que logren solucionar sus problemas locales, en algún momento se propuso que se acrecentaran sus poderes y así pueda administrar escuelas públicas, servicio de agua, desagüe, electricidad, correos, etc. Las regiones son organismos totalmente diferentes, son parte de un tipo de gobierno con poderes más amplios que las municipalidades.

He tenido que realizar diferencias entre estas dos instituciones para que se entienda con claridad que no se puede dar una excesiva importancia al papel de las municipalidades dentro del Estado, ellas cumplen una función necesaria pero no podemos pensar en acrecentar sus poderes en forma automática y que estos nos traiga como consecuencia una buena administración, podría suceder lo contrario es decir, que abarcando mucho se pueda crear una burocracia ineficiente que sería un lastre para su organismo, tenemos ejemplos similares como el que aconteció con las empresas que manejaba el estado en épocas pasadas, que significó perdidas económicas irrecuperables para el Perú.

Vivimos en un país en donde todo está por hacer, la descentralización es un mecanismo que bien formulado nos puede brindar soluciones a nuestros más graves problemas, pero no es una cosa de un día para otro, al menos en el Perú se necesita tiempo para accionar ese mecanismo descentralista, pero eso sí, que se encuentre contemplando en un plan de desarrollo nacional a largo plazo, de este modo cuando ingrese un nuevo gobierno los planes del anterior sigan en funcionamiento; para que esto se haga realidad tenemos que saber elegir bien a nuestros gobernantes y que estos asuman su papel con seriedad y amor al país.

No hay que olvidar que la Constitución Política, en su artículo 188, establece que la descentralización constituye una política permanente de Estado y de carácter obligatorio.

El reto de la descentralización, que además de permitir una redistribución más efectiva de los recursos públicos contribuirá a la gobernabilidad y el desarrollo sostenible del país.

La descentralización es parte integral del debate sobre la organización y modernización del Estado y, en particular, en la búsqueda de una mejor asignación de responsabilidades y recursos que promuevan una eficaz prestación de servicios y una administración eficiente de los recursos públicos.

Además, la descentralización juega un rol en el fortalecimiento de la democracia y permite construir ciudadanía mediante mayores posibilidades de participación y funciones de control.

La descentralización no va a producir milagros, pero teniendo en cuenta la magnitud de la centralización (y los problemas relacionados con ella), aparece como un concepto pragmático para un desarrollo más integral y más equitativo del país, y podría ser beneficioso a lo largo del tiempo en muchos aspectos en el ámbito político, económico y social. El proceso de descentralización encuentra limitaciones presupuéstales y se puede esperar que resuelva solamente en parte las deficiencias en diferentes sectores del Estado.

Hector Vladimir Huaripuma Vargas

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